5 de noviembre de 2015

Hablemos de... El Camino de Santiago {Día 2}


No sé si alguien os lo había dicho pero dormir mal y tener que caminar no son dos de mis cosas favoritas. El segundo día no había empezado mal del todo, era mi cumpleaños y estaba feliz; aquí surge mi primera duda, ¿Que está mal con mi cabeza? vale, si, era mi cumpleaños; pero tuve que madrugar y aún por encima para caminar. Ese día tocaban unos 25 km, la verdad no me acuerdo exactamente, pero por esa cifra anda.

La verdad este día lo recuerdo un poco confuso, solo sé que a la mitad de la mañana me quitaron la mochila, porque si no, no iba a llegar; volví a estar toda la mañana de última (esta vez con unas amigas), realmente no pasó nada especial, cuando nosotras (las que íbamos de últimas) llegamos a la primera parada, los primeros ya llevaban descansando una media hora, así que nosotras no paramos. La segunda mitad de la mañana no fue tan mala, iba claramente sin mochila, pero por lo menos podía andar; la cosa empeoró cuando hicimos la segunda parada, si se supone que estas paradas eran para recuperar fuerzas a mi no me funcionaban, quizás si no hubiera parado no habría llegado tan destrozada a comer. Andando sentía todo el cuerpo entumecido (en gran parte por el frío) no era una sensación agradable, pero si mejor que el dolor; como iba diciendo las paradas no me ayudaban precisamente, parar significaba volver a sentir dolor, y cuando llegue a donde estaban los demás lo primero que hice fue sentarme.

Craso error. En el momento en el cual tuve que ponerme y andar, sentía que moría, creo recordar que el último kilómetro hasta el restaurante lo hice llorando.

Al llegar al "restaurante", mejor dicho cafetería, me senté con unos amigos, comimos todos juntos, estaba feliz (solo quedaban 2 km para el albergue). Después de comer, había recuperado fuerzas, así que les dije a los profesores que me devolvieran la mochila; algunos compañeros llevaban todo el camino quejándose de tener que cargar la mochila, que si no la cargabas era como si no hubieras hecho el camino, que sin la mochila caminaba cualquiera... Quiero que sepáis (por si alguno de mis compañeros me está leyendo) que no me dejaron coger la mochila.

Realmente no sé que me pasó por la tarde, pero me empecé a agobiar y a pensar, cuanto antes llegues antes descansas (obviamente, antes te conectas al Wifi), vamos, que puse pies en polvorosa; llegue de 15ª; muerta, pero llegue.

Y al llegar allí resultó que no había ni WiFi; pero vamos a haber, si ni siquiera había enchufes, me corrijo había 2 enchufes para unas 28 personas más o menos. Mi gozo en un pozo.

Y este es el resumen de mi espléndido segundo día.


¡Un abrazo virtual! Y nos leemos pronto.


Alicia.




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© Las Locuras de una Alicia
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